Participante:
Dennia Cabral Bueno 2012-4035.
El aprendizaje basado en metas.
Una teoría del aprendizaje para transformar la práctica educativa.
Las prácticas
educativas deben estar dirigidas
a transformar la calidad de los aprendizajes de los estudiantes, donde ellos se
sientan comprometidos con lo que deben de aprender y el docente este
seguro donde quiere llegar. Autores como Schank,
Rogoff, Gardner, proponen que los alumnos aprendan a través de la involucración
en actividades socialmente relevantes, para que el conocimiento adquirido quede
firmemente ligado a una actividad específica y pueda ser utilizado posteriormente. Este
aprendizaje está dirigido a metas muy específicas, por lo que el alumno, al
tratar de lograrlas, necesitará desarrollar habilidades y adquirir conocimientos
que aprenderá con mayor facilidad y sin
sentirlo como una carga.
El método pedagógico en la mayoría de las escuelas es la
repetición de datos hasta su memorización momentánea y repetición de procedimientos hasta su
mecanización.
Las
prácticas educativas actuales tienen razones históricas más que pedagógicas; en
ocasiones los maestros se limitan a traducir para los alumnos lo que está
escrito en los textos a un lenguaje oral y a dictarles resúmenes y
cuestionarios para que los memoricen para el examen. Este método, que se
justificaba cuando los libros eran escasos, no tiene razón de ser cuando cada
niño cuenta con los textos sobre los cuales debe trabajar. Se suele imponer a
los alumnos la pesada carga de estar cuatro horas diarias atendiendo el discurso del
maestro y llenando cuadernos de trabajo, además de que se les deja trabajo
adicional sin importancia para una hora
o dos en casa.
En
la escuela no sólo enseñan datos para memorizar, sino también habilidades que
quizá el alumno nunca utilice. Estas actividades se enseñan al margen de
cualquier utilidad práctica, y se espera que mediante la repetición de
ejercicios los alumnos lleguen a dominar ciertos procedimientos. El conocimiento es como un
conjunto de objetos que se guardan ahí para tomarlos cuando los necesitemos.
Esta concepción de memoria iría acorde con la repetición de datos como medio de
almacenamiento, y asumiría que, dado que los datos están guardados, pueden ser
recordados en cualquier momento.
Schank
(1982) considera que la memoria consiste en un conjunto de estructuras de
conocimiento que determinan qué nueva información vale la pena integrar y que
son responsables del procesamiento de cualquier dato nuevo.
De
manera tradicional el conocimiento es como un conjunto de objetos que se guardan
ahí para tomarlos cuando los necesitemos; con la repetición de datos como medio
de almacenamiento, mientras que, la
memoria dinámica consiste en un conjunto de estructuras de conocimientos que
determinan qué nueva información vale la pena integrar y que son responsables del
procedimiento de cualquier dato nuevo.
En la memoria reside conocimiento, este se procesa al cambiar dinámicamente lo que sabemos al
procesar nueva información. Los resultados dependen de nuestras habilidades para generalizar y unir nuestros
conocimientos con los nuevos. La comprensión de asuntos complejos no viene de
la memorización, sino de la discusión, la imaginación, la manipulación, y en
general, de pensarlos.
Formular
preguntas nos lleva a pensar más profundamente sobre nuestras experiencias y,
con esto, a elaborar índices más detallados. Entre más detallados sean estos
índices, seremos más capaces para utilizar el conocimiento adquirido en un
contexto diferente.
O’Keefe
y Nadel, citados por Cane (1997), hacen una distinción importante entre dos
tipos de memoria: la memoria taxonómica y la memoria escénica. La memoria
taxonómica puede recordar listados de datos que nos esforzamos en grabar en
nuestra mente a través de la repetición o de algún recurso mnemotécnico, por su
parte, la memoria escénica es espacial/autobiográfica, no requiere repeticiones
y permite el recuerdo instantáneo de experiencias podemos recordar con quiénes
estuvimos, qué cenamos, sobre qué tema conversamos. Este tipo de memoria siempre
está funcionando, no se cansa y se motiva por la novedad.
La
memorización no funciona muy bien, como lo señala Gardner en The Unschooled
Mind (1991). Según este autor, con frecuencia ignoramos el conocimiento que
memorizamos en las clases y nos basamos más en el conocimiento que adquirimos
de manera incidental, es decir, en el conocimiento adquirido de nuestras
experiencias cotidianas. Este conocimiento con frecuencia está equivocado, pero
es el que nos viene a la mente.
Hay numerosos estudios que indican
que lo que los alumnos aprenden debe tener significado para ellos. Sin embargo,
las escuelas insisten en la memorización de principios y datos que se enseñan
al margen de su utilización. Cuando los alumnos aprenden en contextos
significativos, pueden transferir el conocimiento aprendido en un dominio a
otro. Cuando en las actividades de aprendizaje se utiliza lo que a los alumnos
les interesa, éstos establecen índices mentales relacionando su conocimiento
anterior con el nuevo, permitiendo que funcione de manera natural el
razonamiento basado en los casos que conocen.
Se
creer que el trabajo intelectual
típicamente ocurre en aislamiento, pero aun en caos en que el individuo parece
estar trabajando casi solo, realmente está utilizando las lecciones y
habilidades que fueron adquiridas en un ambiente distribuido (con papás,
maestros, compañeros) y que han sido internalizadas y automatizadas.
Algunas
de las cosas que desearíamos que supieran los adultos y que, por lo tanto, quisiéramos
que aprendieran los niños son habilidades, casos y procesos. Los procesos son
habilidades de alto nivel, son especialmente importantes, tienden a tener una
naturaleza muy abstracta; por su complejidad el sistema escolar sólo puede
perseguir con éxito algunos procesos de manera proactiva y por eso se deben
elegir los verdaderamente importantes. Los procesos deben enseñarse de manera
indirecta, es decir, deben estar incluidos en escenarios que estén dirigidos
principalmente a enseñar habilidades y casos en este orden, Schank (1995) propone como los procesos más
importantes la comunicación y relaciones
humanas y razonamiento.
Como
alternativa a la recitación o repetición
de datos para memorizarlos, los psicólogos educativos han mostrado la valía de
hacer que los niños participen en tareas auténticas, actividades que les
interesen, en las que comprendan su relevancia y que de manera activa los
involucren. Esta manera de ver las cosas está relacionado con el trabajo de
Piaget, Bruner y Resnick, quienes afirman que la inteligencia es construida
activamente por el que aprende que
construye sobre su conocimiento previo al perseguir metas. El aprendizaje que
ocurre fuera de las escuelas siempre incluye actividades auténticas, con metas
reales y retos reales que los niños quieren enfrentar.
Los
niños pueden retener la información, cuando se relacionan con metas que tienen y cuando el material se construye
sobre algo que ya conoce y que les interesa. Todos los niños tienen los
antecedentes para aprender sobre los deportes, porque cada niño los ha jugado y
ha hecho generalizaciones que capturan parte de su naturaleza abstracta.
Quieren aprender más porque comprenden el uso potencial de ese conocimiento en
una conversación con un amigo, en algún
intercambio o en un equipo fantaseado.
Diversos
autores como Schank, Rogoff, Gardner, etc., proponen que los alumnos aprendan a
través de la involucración en actividades socialmente relevantes, para que el
conocimiento adquirido quede firmemente ligado a una actividad específica y por lo tanto, pueda ser utilizado
posteriormente. Este tipo de aprendizaje está dirigido a metas muy específicas,
por lo que el alumno al tratar de lograrlas, necesitará desarrollar habilidades
y adquirir conocimientos que aprenderá con mayor facilidad y sin sentirlo como
una carga. Este tipo de enseñanza hace uso de la teoría del aprendizaje que de
manera resumida se ha presentado.
Los
tipos de metas que propone Marzano
(1992) son, el desarrollo de proyectos
que tengan como meta tomar una decisión, investigar un evento, diseñar un
experimento, inventar o resolver problemas, en este orden la mayor parte del
pensamiento que se requiere fuera de la escuela está ligada a tareas
específicas o metas, ya sea para manejar un negocio, hacer un presupuesto, planear
las vacaciones.
Edelson
(1997) dice que las actividades auténticas son la clave para desarrollar la
comprensión que servirá a los aprendices más allá del salón de clases, pues es
la única manera de entender el significado y el propósito de las actividades.
Las actividades auténticas son
actividades escolares que tienen aplicación en el mundo real. Tales actividades
se parecen mucho a las que se hacen en escenarios no escolares (como la casa,
una organización, el trabajo) y requieren que el alumno aplique una amplia
variedad de conocimiento y habilidades. Estas actividades incluyen múltiples disciplinas y
representan un reto por su complejidad. Por lo general, las habilidades de
pensamiento de orden superior como la
comprensión, el diseño, el análisis y la resolución de problemas son componentes importantes en estas
actividades.
En
las escuelas, por lo general, se diseñan experimentos que quitan toda
incertidumbre y ayudan muy poco a obtener el compromiso en los alumnos además
de dar poca importancia a la interacción social. Cuando todos los contenidos
son impuestos desde el exterior, se elimina la motivación del niño por
aprender. En lugar de hacer que el niño se interese por un personaje, les decimos lo que tiene que saber ese personaje para el examen. Por lo tanto hacer uso del aprendizaje natural significa
encontrar maneras para que el alumno quiera saber lo que usted quiere que sepa.
El
aprendizaje dirigido a metas es una de las opciones que mejor aplican el
conocimiento de cómo aprendemos los seres humanos; sin embargo, como lo señala
Gardner (1993), sería un error considerar al aprendizaje a través de proyectos
como una solución para todos los males
de la educación. Algunas cosas necesitan ser enseñadas a través de la
memorización o a través de un algoritmo. También tendríamos que señalar que,
mal aplicado el aprendizaje dirigido a metas, podría servir de pretexto para
perder el tiempo y para ocultar deficiencias en la comprensión del contenido
esencial de una disciplina.
En
ocasiones, los profesores creerían que los alumnos podrían generar proyectos y metas importantes por su
cuenta, y al dejarlos que diseñen solos los proyectos, éstos terminan siendo
elaborados por los padres o son pálidas imitaciones de proyectos que otros
hicieron y que ellos observaron. Si los alumnos van a conceptualizar, realizar
y presentar sus proyectos de manera eficaz, necesitan ser guiados a través del
andamiaje de las varias fases y aspectos de esta actividad (Gardner, 1993).
Aplicado
de una manera correcta, el aprendizaje dirigido a metas da oportunidad a que el alumno maneje y aplique conocimientos
previamente estudiados: aplica sus habilidades, comunica sus aprendizajes,
aprende del conocimiento y las habilidades de los demás, regula su
comportamiento en el trabajo en grupo y encuentra sentido en las materias que
estudia.
La
educación debe tener un propósito claro, debe dedicarse a ayudar a los alumnos a desarrollar
habilidades para hacer cosas útiles. Lo que es importante de aprender es lo que
le ayude a los alumnos a hacer las cosas que desean o las que puedan ser
inducidos a querer hacer. Por lo tanto, detallar el conocimiento que los
alumnos necesitan implica primero detallar las cosas que los alumnos deben
saber hacer, y luego explicar qué conocimiento será útil en cada caso.
Importancia
de tan interesante artículo para la Educación Dominicana:
La
educación dominicana debe enfocar sus proyectos educativos a metas claras que contribuyan con el desarrollo y a elevar la calidad educativa. De modo que, este
interesante artículo es de vital importancia para la nuestra educación si se pone en práctica de manera seria, con
el objetivo de transformar la práctica pedagógica el cual
debe orientarse a desarrollar en los
alumnos habilidades y destrezas con mira a
la formación de sujetos críticos e investigadores donde ellos se fijen
metas claras, pero para esto debemos saber qué es verdaderamente lo que quiere la educación dominicana desde su
ministerio que los discentes aprendan y
de qué forma lo puede hacer para que se produzca un aprendizaje significativo.
Recordemos
que uno de los fines de la educación dominicana es formar personas, hombres y mujeres, libres,
críticos y creativos, capaces de participar y constituir una sociedad libre,
democrática y participativa, justa y solidaria; aptos para cuestionarla en
forma permanente; que combinen el trabajo productivo, el servicio comunitario y
la formación humanística, científica y tecnológica con el disfrute del acervo
cultural de la humanidad, para contribuir al desarrollo nacional y a su propio
desarrollo (artic . 5 ley general de educación) y es lo que todos los actores
del proceso también debemos de perseguí hasta conseguirlo.
El
ministerio de educación no debe de hacer experimentos con nuestros discentes y
estar imitando programas de enseñanza y aprendizajes de países
que no tienen el mismo contexto,
el discente, el docente, y los contenidos son distintos, por lo que la republica dominicana debe elaborar sus
propios programas educativos y así tomar
en cuentas estos componentes. Pienso que tendremos mejores resultados y
podríamos salir de las profundidades donde nos encontramos.
Importancia de tan interesante artículo
para el Centro Educativo Manuel Tobías Durán:
Este
centro debe asumir este importante artículo como suyo si de verdad queremos
enfocar la educación a una transformación real de nuestra practica educativa. Por
lo tanto el maestro debe de propiciar el involucramiento de los alumnos en diferentes actividades
propia de sus prácticas pedagógicas, donde
desarrollen todas las habilidades y destrezas que poseen en las distintas áreas
del saber.
De
modo que el maestro debe fijarse metas en su grado sobre que quiere lograr y
que quiere que sus alumnos aprendan, por lo que debe de trabajar día a día de
cada año escolar, enfocado al cumplimiento eficaz y eficiente de las diferentes
actividades propuestas para el cumplimiento de las mismas. De manera que
debemos propiciar en ambiente atractivo donde el discente se sienta
identificado con su aprendizaje y que no lo vea como una carga.
Por
lo que debemos comprometer a nuestro personal a olvidarnos de las viejas prácticas
de memorización y enfocar el aprendizaje de nuestros estudiantes a un
aprendizaje real donde ellos se sientan a gusto con lo que aprenden.
Importancia de tan interesante artículo
para mí como Gerente Educativo:
Es
indudable que el gerente debe de tener metas claras sobre los diferentes
proyectos que va a poner en práctica en la institución, las metas son el punto
de partida, es lo que te indica que debe de hacer y hasta donde está enfocado
el proyecto.
Nosotros
como gerentes no debemos limitarnos cuando algo no nos da los resultados esperados debemos de seguir
trabajando e iniciar con nuevas estrategias que nos ayuden a lograr lo que de
verdad queremos. El aprendizaje no es estático debe de estar en constantes
cambios, entonces debemos de ser proactivos y poner en práctica
todas las habilidades necesarias para que la empresa alcance la eficiencia y la
eficacia por lo que tanto ha luchado la educación dominicana. No espere cambiar
el mundo pero si cambie usted sin importar el puesto que le toque asumir. El
compromiso es de cada uno de nosotros, el cambio está en ti.
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